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El Boyero

Hay una palabra bella que la modernidad la convirti ó en espantosamente horrible. Yo también la conocí así de fea, hasta que no hace mucho tiempo me percaté de su verdadero significado, recordando como testigo presencial en mi primera infancia, años 50 del siglo pasado, acompañar a mi abuelo Alejandro en sus faenas del campo en “Los Solares”, un pequeño lote de una media cuadra de extensión ubicado en las afueras de Sogamoso, rumbo a Morc á , Boyacá. Fue por esta remembranza que esa horrible palabra, históricamente sogamoseña, cambió definitivamente en mi diccionario. Y me he dedicado, a ratos, en pos de erigirle un merecido monumento. Pero antes, quiero contarles c ó mo fue que tan bella palabra dejó de serlo. Ocurrió que el río Monquirá, que cursa apaciblemente cerca de Sogamoso, desde comienzos del s.XX, v í ctima del crecimiento urbano, muy rápidamente se fue convirtiendo en la cloaca del pueblo, vertedero de los alcantarillados.  Desde ese entonces, y también muy rápidame...